EL OSO PEREZOSO ES UN MENTIROSO
En lo alto de un árbol de un gran bosque, vivía un oso perezoso llamado Frondoso pero todos lo conocían como “el oso mentiroso” Ahora les voy a contar porque todos lo llamaban así…
Una vez a la semana la doctora jirafa hacía consultas a todos los animalitos del bosque, a aquellos que se sentían mal y querían un potente remedio que alivie su dolor o molestia.
Una mañana había una larga cola de consultas, al señor elefante ya no había quien lo aguante, se quejaba del dolor de trompa, la mariposa Carlota tenía una alita rota, al señor cocodrilo se le salió un colmillo y al mono Ramón le dolía la panza por comer mucho jamón.
Desde lo alto del árbol, el oso perezoso veía todo esto… La doctora jirafa, al señor elefante le puso una pomada para su trompa inflamada, a la mariposa Carlota le vendó su alita rota, al cocodrilo le puso un colmillo y al mono Ramón que esperaba a su tía Esperanza le dió un remedio para el dolor de panza. El remedio se veía realmente delicioso!
El mono Ramón lo disfrutaba con mucha emoción. El oso perezoso al ver que esto sucedía no lo dudó ni un minuto y se deslizó por el árbol, al estar junto al mono Ramón le pidió que lo dejara probar un poquito del remedio que le dió la doctora.
Ramón le hizo probar el delicioso manjar que había resultado ser el remedio para el dolor de panza, Frondoso el oso perezoso saboreó cada gota del exquisito remedio… Uhmmmm…que magnifico manjar! ¡Exclamó Frondoso!
Al oso perezoso se le ocurrió una gran idea, el oso nunca deseó tanto tener un dolor de panza. Llego el día de consulta y el oso perezoso corrió a ver a la doctora jirafa ¡Doctora! ¡Doctora! Gritó ¡Ayúdeme! ¡Me duele mucho la panza! ¡Llevo muchos días con este dolor! Deme un remedio por favor! ¡Ya no aguanto este dolor! Exclamaba con gritos Frondoso.
La doctora jirafa que era tan pero tan buena le creyó y le dió al oso perezoso un frasco con el mismo remedio sabroso que le había dado al mono Ramón. Esto se repitió todas las semanas, Frondoso no perdía ni un solo día en pedir el delicioso remedio. Hasta que un buen día el mono Ramón y los demás animales del bosque se dieron cuenta de lo que estaba pasando, habían descubierto a Frondoso coleccionando los frascos del remedio que aliviaban el dolor de panza. El mono Ramón decidió contarle todo a la doctora jirafa, ella se molestó mucho al enterarse de tal acción y decidió darle una pequeña lección al oso mentiroso. Pensó mucho en cuál sería la lección hasta que decidió una muy ejemplar.
El día que el oso perezoso fue a hacer su consulta habitual, la doctora jirafa le tenía preparado el mismo frasco pero esta vez con un remedio amargo y de mal sabor. Frondoso al probar el amargo remedio se echó a llorar, al darse cuenta del error que había cometido al engañar a la doctora con su falso dolor de panza.
Finalmente el oso perezoso aprendió la lección y juro nunca más decir mentiras.
AUTOR: CECILIA ASCENCIO
